Vientiane, la capital de Laos, es la antítesis de una capital bulliciosa como Londres. De hecho, parece más un acogedor pueblo, anidado en una curva del río Mekong. Vientiane está salpicada de templos y atracciones peculiares y accesibles, como el Parque Buda, con estatuas surreales de Buda, y el Monk Chat, una oportunidad mensual para convivir con, has adivinado, monjes. El principal monumento de la ciudad es el Patuxai, y para probar la comida local, querrás ir al mercado nocturno. Vientiane no es una ciudad turística, pero aún ofrece a los visitantes la oportunidad de experimentar lo más cercano a la vida urbana en Laos. Recientemente, la ciudad ha comenzado a crecer y desarrollarse, pero afortunadamente esto ha resultado en una mayor cantidad de restaurantes diferentes, agradables bares para beber Beerlao (la cerveza local) y mejores hoteles en lugar de ostentosos resorts o rascacielos.